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Mostrando las entradas etiquetadas como Arrozales

Otro anochecer. Reflejos

De Albufera Durante otro paseo a ultimas horas de la tarde, cuando la planta del arroz comenzaba a asomar.

La rueda perdida

No entiendo que la gente tire basura en las acequias, en los campos o ya puestos, en cualquier sitio que no sea para tal fin. Pero entiendo menos que eche cualquier cosa en los arrozales, en medio de un Parque Natural. ¿No hay un sitio mejor donde cambiar la rueda del coche? ¿O es que la persona que la tiró la llevaba en el maletero a la espera de encontrar un sitio como este?. El lugar, junto a la acequia del puerto de Catarroja, casi en la desembocadura en el lago de la Albufera. Hay que ver... De Albufera Nikon D70, 70-300 a 300 mm, f/10, 1/400 seg.

Un nuevo amanecer

De Albufera Amaneciendo en el Parque. ALgo mas al sur de la pedania de El Saler, por la carretera de Alfafar. Con los arrozales inundados, este invierno. Al fondo, el bosque de la dehesa, el sol y algunos cormoranes. NIkon D70, f/13, 1/500 seg. 70 mm. De Albufera El sol no queria salir. Tardó más de la cuenta en comenzar a dar su luz y su calor. Unos minutos más tarde que la anterior toma. Desde el mismo punto. Nikon D70, f/9, 1/200, 180 mm.

Arrozales: Octubre-Noviembre. Inundaciones

Tras la siega y despues de unos dias de reposo, comienzan a inundarse de nuevo los arrozales. Esto servirá para ir preparando la tierra para la próxima siembra. Manteniendo, a la vez, la humedad en la tierra, creando un espacio de vida para aves, crustáceos y peces, y aportando abono natural a los campos (hay que recordar que buena parte del agua, sobre todo de los arrozales más alejados al lago, viene de las acequias, en buena parte portadoras de aguas de alcantarillados, y por lo tanto portadoras de elementos orgánicos) De Albufera Arrozal inundado y motor. Nikon D70, f/9, 1/1600, 90 mm A nivel fotográfico, nos encontramos con una temporada ideal para la captura de imágenes con multitud de reflejos y colores.

Arrozales: Octubre. La quema de la paja.

Durante estos dias se acumula el trabajo. Aún no han terminado las labores de siega en unos campos y los labradores que ya han segado los suyos comienzan a quemar la paja del arroz. Este trabajo consiste en quemar toda la paja que las segadoras han ido depositando en el arrozal después de separar los granos del arroz. La paja queda sobre los rastrojos formando largas filas. Esta formación se quema facilmente, controlada por los labradores. De Albufera Fuego en los campos. Las filas de paja amontonada va quemándose poco a poco. Nikon D70, f/9, 1/2000, 70-300 a 300 mm. De Albufera Restos de la quema. Al terminar la quema en un arrozal se pueden ver las lineas negras donde antes se encontraba la paja. Una nueva visión del paisaje, con franjas amarillas y negras. Nikon D70, f/9, 1/2500, 70-300 a 70 mm. En algunos momentos, y desde la lejanía, se pueden ver grandes columnas de humo, creando una especie de niebla, característica de la zona en estas fechas. De Albufera Arrozal segado y humo l

Arrozales desde las alturas

De Albufera Desde la "montanyeta de Cullera" o "Sierra de las zorras". Se distingue el agua del lago de la Albufera y sobre este, tras la marjal de los pueblos del noroeste, la ciudad de Valencia. En la parte inferior los arrozales de Cullera, a la derecha los de El Palmar y a la izquierda los de Sueca. Nikon D70, f/16, 1/500 segundos, 70-300 a 240 mm.

Tras la siega.

Actualmente se realizan trabajos de siega en los arrozales. Tras éstos, el campo queda marcado por el paso de las máquinas. Al cabo de unos dias, cuando los rastrojos esten secos se quemarán para dejar el arrozal listo para la próxima siembra. De Albufera Huellas. Tras el paso de las segadoras. Nikon D70, f/8, 1/70, 70-300 a 70 mm.

Arrozales: Septiembre. Segando el arroz

Durante estos dias, ya se pueden ver las máquinas segadoras por los estrechos caminos de la marjal, entre los arrozales. Comienza la temporada de siega. Los labradores se turnan para que los tractores y segadoras hagan sus trabajos de recolección y transporte del arroz a los almacenes y molinos. De Albufera Transportando la segadora. Un tractor transpostando las palas de la segadora por los caminos de la marjal. En este caso junto a la acequia del puerto de Catarroja. Nikon D70, f/10, 1/500 segundos, 70-300 a 130 mm. De Albufera Segadora y garcetas. Las aves se aprovechan del trabajo del hombre para buscar comida en el barro removido por las ruedas de las máquinas. Nikon D70, f/9, 1/1600 segundos, 70-300 a 300 mm. De Albufera Viendo segar desde las alturas. Tomada desde lo alto de la "sierra de las zorras", de Cullera, el mejor punto para ver una panorámica del Parque. Las máquinas formando líneas en los arrozales tras su paso. Nikon D70, f/16, 1/320 segundos, 70-300 a 300 mm

Arrozales: Septiembre. Arrozales dorados

Durante este mes, el último en la vida del arroz, al menos en el campo, la espiga llega a su máximo tamaño. Repleta de granos, se inclina por su peso. Toma un color amarillento-dorado que hace que la marjal tome ese color, ganando ya al verde de la planta. De Albufera Granos. Color y la textura característica. Al amanecer, con algo de rocío en la planta. Nikon D70, f/8, 1/160 segundos, Sigma 18-50 a 50 mm. Tanto al amanecer como al atardecer la luz del sol potencia el tono dorado del grano, dando un nuevo aire al paisaje. De Albufera Arrozales soleados. Amanecer, los primeros rayos del sol refuerzan el color de los arrozales. Nikon D70, f/11, 1/160 segundos, Sigma 18-50 a 50 mm. De Albufera Paisaje amarillo. La marjal de Catarroja y Albal. Nikon D70, f/11, 1/80 segundos, Sigma 18-50 a 42 mm.

Arrozales: Agosto. Altas y doradas

Las espigas del arroz comienzan a levantarse, repletas de granos que poco a poco van cogiendo color dorado, el cual se amplifica al caer el dia, dándole a los arrozales un punto de color diferente al verde de los últimos meses. De Albufera La luz del atardecer intensifica los colores del arrozal. Nikon D70, f/6.3, 1/40 segundos, Sigma 18-50 a 40 mm.

Arrozales: Julio. Brotes de arroz

Los primeros brotes del arroz comienzan a verse. Dentro de unos dias se podrán ver más grandes, más altos y más amarillos. El paisaje de los arrozales cambiará de tonos, del verde pasaremos a los dorados. De Albufera Brotes. Como vemos, aun son pequeños brotes en los que apenas se adivinan los futuros granos. Nikon D70, f/8, 1/200 segundos, Nikkor 70-300 a 130 mm.

Arrozales: Junio. Labores

Durante estos dias, cuando la planta sigue creciendo, el labrador repasa lo sembrado. Se fumiga, se quitan las malas hierbas y se rellenan a mano, los huecos donde no hay planta, con plantones de invernadero. De Albufera Labores. Arrozales de Catarroja. Por un lado un labrador fumigando, por el otro, otros limpiando el margen del arrozal. Nikon D70, f/10, 1/320, Nikkor 70-300 a 300 mm.

Arrozales: Mayo, siembra

Estamos en época de siembra, mientras que en algunas zonas de la marjal se siguen llenando de agua los arrozales. Cuando ya lo están lo suficiente comienza el momento de la plantación o “plantà”. Estos dias podemos encontrarnos con este trabajo. Hasta hace unos 20 ó 25 años la “plantà” se realizaba a base de manojos de plantas traidas de viveros, colocándolos a mano directamente en el fango. Ahora los labradores echan las semillas directamente al campo inundado, lanzándolo uniformemente, ya sea a mano o a máquina. Es posteriormente, al empezar a crecer la planta, cuando se rellenan los posibles huecos en el arrozal con plantas de vivero. De Albufera Un labrador lanzando las semillas del arroz. Nikon D70, f/9, 1/800 segundos, Nikkor 70-300 a 300 mm.

Arrozales: Mayo, el "aixuo"

Durante estos dias y dependiendo de las zonas, se da comienzo a el "aixuo", o secado de los arrozales. Se vuelven a abrir las compuertas de las golas para vaciar el agua de los arrozales, momento en el cual los labradores aprovecharán para abonar de nuevo los campos. De Albufera Cartel anunciador del "aixuo". Este cartel se encuentra en el término de Sollana, en los alrededores de "El romaní". Estas labores durarán no mucho tiempo, ya que pronto los arrozales volverán a inundarse. Vicent

Arrozales: Mayo, inundando los campos.

Tras el arado de preparación de los arrozales, se inicia el momento de la inundación de los campos. A partir de ahora, y dependiendo de las zonas, se cierran las compuertas de las "Golas" para no dejar salir el agua de la Albufera, al tiempo que se abren las acequias. Esto hace que, por un lado, el agua del lago suba de nivel, inundando los campos cercanos al lago, llamados "tancats", y por el otro gracias a los motores que se encuentran en toda la marjal se mueve el agua de las acequias e inunda los arrozales más alejados. De Albufera Arrozales comenzando a inundarse. El agua esta pasando del arrozal de la izquierda al de la derecha a través de las aberturas, o anguileras, en las "motes". Las aves, cazando peces de pequeñas especies. Uno de los motores, junto a los arrozales y al Barranco de Chiva. Nikon D70, f/10, 1/200 segundos, Nikkor 70-300 a 130 mm. También es el momento de iniciar los tratamientos quimicos con pesticidas en los arrozales. Se suelen

Las golas

Las “golas” son canales con compuertas que se utilizan para la inundación/desagüe de los arrozales, según se cierren o abran éstas. Este trabajo lo realiza la Comunidad de Desagüe de la Albufera. Existen tres “golas”, de norte a sur, la del Pujol (junto a los conocidos embarcaderos donde se disfrutan los atardeceres tan fotografiados), y las de El Perellonet y de El Perelló (localidades turísticas de la zona, antiguos y pequeños puertos pesqueros). De Albufera Compuertas del Perello. Detalle de una de las compuertas de El Perelló desde la pasarela: Nikon D70, f/11, 1/500 seg., Nikkor 70-300 a 170 mm. De Albufera Puerto de El Perelló en la “gola” y desde la pasarela: Nikon D70 f/10, 1/800 seg., Nikkor 28-80 a 28 mm. El degradado del cielo añadido con Photoshop. El agua llega hasta la Albufera a través de una gran multitud de acequias y barrancos. También hace unos años lo hacía a través de los ojos o “ullals”, unos manantiales que existen en el fondo del lago. En la actualidad estos “ul

Arrozales: Abril y Mayo, arando la tierra

Desde el pasado mes de abril y hasta estos dias del mes de mayo, los labradores trabajan la tierra preparándola para la próxima llegada del agua, la cual inundará los arrozales, antes de la siembra. Aunque podemos ver a algunos de estos labradores arando la tierra utilizando caballos, practicamente la totalidad de ellos la trabajan con tractores. De Albufera Labrando la tierra con tractor. En este caso dos tractores trabajan varios arrozales. Tomada (esta y las siguientes) ayer domingo por la mañana. Nikon D70, f/9, 1/1000 segundos, Nikkor 70-300 a 300 mm De Albufera Labrando la tierra con animal. Junto al puerto de Catarroja. Un labrador utiliza su caballo para las labores del campo. Al fondo las gruas del puerto de Valencia. Nikon D70, f/11, 1/400 segundos, Nikkor 70-300 a 300 mm. La tierra quedará suelta y aireada, preparada para que, dentro de unos dias en la mayoria de los casos, comience la inundación. La tierra absorverá mejor el agua y quedará mejor preparada para la próxima s

Arrozales valencianos

El arroz de Valencia. Una larga historia y un reconocido prestigio internacional. Introducido en España por los árabes. A lo largo de esa historia los arrozales han llegado a ser, varias veces, prohibidos por ser foco de infecciones, debido al estancamiento del agua. Esto ocurrió hasta que se inició el tratamiento del agua en los campos inundados. De Albufera SANYO VPC-MZ3EX, ISO 100, f/5.6, 1/300 seg., a 10 mm. Los arrozales valencianos se encuentran dentro de lo que hoy es el Parque Natural de la Albufera de Valencia. Hace unas décadas, aún se seguia echando tierra en el agua de la albufera para “crear” nuevos campos donde sembrar el arroz. Algunos recordareis este dato gracias a la novela de Vicente Blasco Ibañez “Cañas y Barro”, novela que en su dia se adaptó al cine. Se elevaba el nivel del terreno trasladando barro del fondo del lago hasta el lugar donde se pretendía “crear” el campo. Esto se hacía con la típica embarcación del lago, el “albuferenc”, y eran necesarias hasta 2.000