Introducido en España por los árabes. A lo largo de esa historia los arrozales han llegado a ser, varias veces, prohibidos por ser foco de infecciones, debido al estancamiento del agua. Esto ocurrió hasta que se inició el tratamiento del agua en los campos inundados.
De Albufera |
Los arrozales valencianos se encuentran dentro de lo que hoy es el Parque Natural de la Albufera de Valencia. Hace unas décadas, aún se seguia echando tierra en el agua de la albufera para “crear” nuevos campos donde sembrar el arroz. Algunos recordareis este dato gracias a la novela de Vicente Blasco Ibañez “Cañas y Barro”, novela que en su dia se adaptó al cine. Se elevaba el nivel del terreno trasladando barro del fondo del lago hasta el lugar donde se pretendía “crear” el campo. Esto se hacía con la típica embarcación del lago, el “albuferenc”, y eran necesarias hasta 2.000 cargas de estas embarcaciones para rellenar 1 hectárea de terreno. Este trabajo se realizaba, mayoritariamente, a mano. Esto dejó de hacerse en el momento en que se inició el trabajo de protección de la Albufera y su posterior declaración de Parque Natural.
El trabajo en los arrozales varía según la época del año:
Entre enero y principios de marzo se saca el agua de los campos, se comienza a arar el suelo, mezclando los restos de la paja del año anterior, junto con el barro, creando asi una mezcla que será también útil como abono. A este abonado natural se suman también las aves, que llegan a los arrozales para aprovechar el alimento que aflora del suelo gracias al trabajo del hombre.
Entre marzo y abril se deja secar la tierra. A finales de abril se remueve la tierra, preparándola para la llegada del agua.
Entre mayo y junio se llenan de nuevo de agua los campos, esto se consigue cerrando las compuertas de desagüe de la albufera (en las “golas”) haciendo que suba el nivel del lago e inunde poco a poco los arrozales colindantes. Los campos más alejados se inundan gracias a la red de acequias y a motores. Se vuelve a arar, para preparar la tierra para la siembra. Se siembra el arroz, ya sea a mano o con maquinaria.
A finales de agosto se vacian los campos del agua, volviendo a abrir las compuertas que comunican el lago con el mar.
A principios de septiembre comienza la cosecha.
En octubre se queman los rastrojos, dejando los restos para la mezcla de principio de año siguiente.
A finales de año se vuelven a cerrar las compuertas y se vuelven a inundar los arrozales.
En los últimos años, el cultivo del arroz ha descendido, debido al cambio de aprovechamiento del terreno, dejando de trabajar algunos campos para el arroz y haciéndolo para la huerta.
La población con más arrozales es la de Sueca, localidad tradicionalmente arrocera, con un gran reconocimiento a nivel internacional.
De Albufera |
El tipo de arroz que se produce en Valencia es el denominado “redondo” , diferente al “largo”, arroz tradicional de China que se produce en otras zonas del resto de España.
Comentarios