En valenciano “ceberes”, algo así como cebolleras. Unas pequeñas construcciones normalmente de madera en paredes y suelo, y teja plana para el techo.
El tamaño dependia de las necesidades de su dueño, eran muy estrechas y dependiendo de esa necesidad se construyan más o menos largas.
En su construcción, se preparaba el suelo, creando una elevación para separarla de la humedad de la tierra. Se construya el armazón o esqueleto de madera más gruesa, creando pilares. A ellos se le unian los listones, con la misma separación en cada uno de ellos. Gracias a esta separación el interior disponía de una continua ventilación, útil para secar las cebollas. El suelo se realizaba igual que las paredes. Podían tener una puerta en uno de los extremos, o dos puertas, una en cada extremo, nunca en las paredes laterales.
Eran habituales en las zonas agrícolas de la huerta valenciana. Se encontraban junto a las barracas y a pié de campo. En pequeños campos podremos encontrarlas de reducidas dimensiones.
El tamaño dependia de las necesidades de su dueño, eran muy estrechas y dependiendo de esa necesidad se construyan más o menos largas.
En su construcción, se preparaba el suelo, creando una elevación para separarla de la humedad de la tierra. Se construya el armazón o esqueleto de madera más gruesa, creando pilares. A ellos se le unian los listones, con la misma separación en cada uno de ellos. Gracias a esta separación el interior disponía de una continua ventilación, útil para secar las cebollas. El suelo se realizaba igual que las paredes. Podían tener una puerta en uno de los extremos, o dos puertas, una en cada extremo, nunca en las paredes laterales.
Eran habituales en las zonas agrícolas de la huerta valenciana. Se encontraban junto a las barracas y a pié de campo. En pequeños campos podremos encontrarlas de reducidas dimensiones.
De Albufera |
Cebera cayéndose. Esta cebera se encuentra en las cercanias de Valencia, junto a unas obras. Aún se puede ver a su lado una pequeña barraca medio derruida y algunos árboles centenarios. Todo ello a punto de desaparecer en pro del progreso… Nikon D70, F/7.1, 1/640 seg., Sigma 18-50 a 18 mm. Filtro Skylight. Retoque: subexposición por zonas, oscurecimiento del toldo azul y ligero viñeteo en las esquinas.
En la actualidad han dejado de construirse. Se encuentran en algunos de los campos de la huerta, aunque no en muy buen estado, y en muchos de los casos no se utilizan para lo que fueron construidas.
En algunas poblaciones, el ayuntamiento ha dejado alguna de estas “ceberes” en su lugar, aprovechando la creación de parques, jardines o rotondas, incluyéndolas como motivo de decoración. Al menos las mantienen en pié, siendo muestra de uno de los símbolos de la huerta valenciana, junto con las barracas.
En la actualidad han dejado de construirse. Se encuentran en algunos de los campos de la huerta, aunque no en muy buen estado, y en muchos de los casos no se utilizan para lo que fueron construidas.
En algunas poblaciones, el ayuntamiento ha dejado alguna de estas “ceberes” en su lugar, aprovechando la creación de parques, jardines o rotondas, incluyéndolas como motivo de decoración. Al menos las mantienen en pié, siendo muestra de uno de los símbolos de la huerta valenciana, junto con las barracas.
De Albufera |
El esqueleto de cebera. Esta se encuentra en peor estado. Solo le queda el esqueleto, le faltan las tejas y la mayoria de los listones de sus paredes. Nikon D70, F/3.5, 1/1600 seg., Sigma 18-50 a 18 mm. Filtro Skylight. Tomada a ras de suelo con una ligera inclinación. Retoque: Pasada a b/n en modo LAB, ajuste de niveles de capas.
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