Ir al contenido principal

Arrozales: Mayo, inundando los campos.

Tras el arado de preparación de los arrozales, se inicia el momento de la inundación de los campos. A partir de ahora, y dependiendo de las zonas, se cierran las compuertas de las "Golas" para no dejar salir el agua de la Albufera, al tiempo que se abren las acequias. Esto hace que, por un lado, el agua del lago suba de nivel, inundando los campos cercanos al lago, llamados "tancats", y por el otro gracias a los motores que se encuentran en toda la marjal se mueve el agua de las acequias e inunda los arrozales más alejados.

De Albufera
Arrozales comenzando a inundarse. El agua esta pasando del arrozal de la izquierda al de la derecha a través de las aberturas, o anguileras, en las "motes". Las aves, cazando peces de pequeñas especies. Uno de los motores, junto a los arrozales y al Barranco de Chiva. Nikon D70, f/10, 1/200 segundos, Nikkor 70-300 a 130 mm.

También es el momento de iniciar los tratamientos quimicos con pesticidas en los arrozales. Se suelen utilizar unos pequeños tractores, de menor peso, con maquinaria para distribuir el producto en el arrozal.

De Albufera

Agricultor faenando con el tractor. Nikon D70, f/11, 1/500, Nikkor 70-300 a 300 mm.

Gracias también a las aberturas, o anguileras, en "les motes" (linea de terreno que divide los campos) el agua pasa facilmente de arrozal a arrozal, por lo que se crea una red continua de agua.

De Albufera
Aberturas en "les motes" o "anguileras". Se pueden apreciar las aberturas para el movimiento del agua. Nikon D70, f/13, 1/400 segundos, Nikkor 70-300 a 300 mm.

Estas aberturas facilitan también que los peces de la Albufera lleguen a los arrozales para el apareamiento y el posterior desove, que coincidirá con la plantación del arroz, obteniendo los alevines un lugar de refugio entre las plantas. Aprovechando la situación, se darán cita en los arrozales varias especies de aves que aprovecharán la poca profundidad del agua en el campo para obtener el alimento sin problemas.

De Albufera
Pareja de barbos. Se comprueba en la imagen el poco nivel de agua necesario para la circulación de los peces por los arrozales. Nikon D70, f/9, 1/1000 segundos, Nikkor 70-300 a 300 mm.

Ultimamente, aparte de las aves, también se dan cita en los arrozales otros "animales" buscando los peces semi-atrapados en la poca agua del campo. Con caña, con salabre o incluso con las manos. Una nueva "moda" que deberia controlarse.

De Albufera
En el momento de esta imagen el pez logró escapar, pero al siguiente intento fué capturado. Posteriormente el personaje introdujo el pez en la mochila, junto a otros peces... Nikon D70, f/8, 1/1000 segundos, Nikkor 70-300 a 300 mm.

Comentarios

MAS POPULAR

La barraca valenciana

La barraca es la construcción tí­pica valenciana, utilizada en su dí­a, tanto por labradores como por pescadores. De Albufera Nikon D70, ISO 200, f10, 1/640 seg., Nikkor 28-80 a 28 mm. De Albufera Nikon D70, ISO 200, f14, 1/800 seg., Nikkor 28-80 a 28 mm. Barraca en El Palmar. Una barraca vista desde los dos extremos. Se encuentra en una de las calles del pueblo. Se aprecia con facilidad la construcción del tejado, rematado con paja y barro. Esta barraca aún sigue siendo vivienda actual de sus propietarios. Antiguamente, era la vivienda tí­pica en todas las poblaciones alrededor de Valencia, en toda su huerta, así­ como en los poblados marí­timos. Se utilizaba tanto para vivienda como para almacén. En la actualidad aún se conservan algunas, sobre todo en la zona de la Albufera, donde podremos encontrarnos tanto con barracas, podemos decir, “modernas” (construidas con materiales distintos a los tradicionales) como antiguas. Muchas de éstas últimas están en mal estado, debido en algunos

Historia de la Albufera

“Palus nacararum” para los romanos, “al-Buhaira” para los musulmanes, L’Albufera para los valencianos… Hace poco menos de 2 millones de años desde el origen de la Albufera, durante el pleistoceno. Se formó por el cierre del golfo existente entre Valencia y la actual población de Cullera, más o menos unos 30 kilómetros de distancia de norte a sur, con los sedimentos del río Turia y de las corrientes marinas, que de norte a sur arrastraban estos sedimentos acumulándolos. Ese cierre formó el actual cordón litoral de la Dehesa del Saler. Existen restos marinos recogidos en su fondo, lo que demuestra la primitiva abertura al mar. Una vez cerrado, el lago se alimentaba del agua de los rios Turia y Júcar, y se comunicaba con el mar por 3 puntos, hoy “golas” o canales. Se calcula que el tamaño de aquel lago podria ser de unas 30.000 hectáreas. Bastante más que hoy en dia, que se calcula en alrededor de 2.000 hectáreas. Desde la antigüedad, escritores famosos describieron el paisaje de la